El consultor en bioética clínica corresponde al desarrollo de la ciencia y la tecnología que en los últimos cincuenta y cinco años han marcado nuevos conocimientos en el campo de la medicina, favoreciendo la salud de las personas, aumentando las expectativas de vida e introduciendo nuevas formas de abordaje y de definiciones claves como lo ha sido el paso del concepto de la muerte, del paro cardio-respiratorio a la muerte cerebral.
Estos avances y certezas clínicas, paradójicamente abrieron camino al mundo de las incertidumbres morales en el campo de la clínica y de manera muy especial en el ámbito de la medicina crítica e intensiva. El mundo de los valores de los pacientes paso a ocupar un papel predominante en el campo de la toma de decisiones y ahora juega un rol preponderante el conocer cuál es el marco de creencias del enfermo y/o los familiares para el médico poder actuar o dejar de hacerlo en un momento determinado.
La duda moral se apodero de la medicina y requirió de una nueva disciplina que le acompañara en este renglón y esta fue la bioética con su instrumental deliberativo que ha servido de camino a la duda moral de la práctica clínica en situaciones de incertidumbre,
El final de la vida es uno de los lugares donde esta hace sus mayores aportes aclarando situaciones en las que las decisiones tienen que estar fundamentados en una comprensión detallada de parte del enfermo o sus familiares para que puedan sugerir decisiones acordes a su mundo axiológico, cambiando así los modelos tradicionales donde era el médico el que decidía en base a criterios clínicos y ahora acompaña a las voluntades del enfermo, de sus decisiones en el momento si puede hacerlo, a directivas anticipadas o a las de los familiares del paciente según el orden que establece la ley.
Esta realidad moral es la que prima en la modernidad, donde el problema moral, los valores de los pacientes son los que definen el principal conflicto del acto médico, haciendo surgir innovaciones que han ayudado a dar respuestas con la creación de Comisiones de Bioética, Departamentos de Bioética o ética clínica en los centros de salud y ahora con los Consultores.
Esta afirmación la comprueba la siguiente declaración del Profesor Diego Gracia: “En los Estados Unidos, concretamente, en la actualidad más del 81% de los hospitales tienen un servicio de consulta ética (cifra que alcanza el 100% en los hospitales de más de 400 camas, así como en los hospitales federales y en todos los hospitales docentes), en contraste con lo que sucedía en 1981, año en el que esa cifra era inferior al 1%. Las consultas éticas se estiman en unas 15.000 al año. En el 36% de los casos, los consultores son médicos, en el 30%, enfermeras, en el 11%, trabajadores sociales, en el 10%, capellanes, y en el 10%, personal administrativo. La consultoría clínica la realizan pequeños grupos en el 68% de los casos, el Comité de ética al completo en el 23% y existen consultores individuales en el 9%.”
Ante ese escenario surgieron en los años 70 los llamados Comités de Bioética Asistenciales que tienen a su cargo conocer los casos con incertidumbre clínica y/o moral para asesorar a los tomadores de decisión, pero hoy sigue una vertiginosa dinámica y cada vez más se hacen lentos y burocráticos estos comités y hay más casos éticos dentro de los cuadros clínicos y ha habido la necesidad de que surja el Consultor en ética-clínica o en Bioética, que es el objeto de esta presentación.
Su importancia
El análisis estadístico de la actividad de los Comités de Bioética en EEUU, el número de casos que atienden por año, así como el tipo de atención que los médicos dan motu proprio a las situaciones morales que se le presentan, señala el Dr. Juan Pablo Beca, Consultor en Chile:
“La experiencia muestra que los médicos los resuelven generalmente de manera intuitiva, con criterios personales e inevitables sesgos, publicado en Boletín de la Academia Chilena de medicina 2013; Nº L: 10-20, consultando entre ellos o en las visitas clínicas, pero sin fundamentar en forma clara y explícita las razones de sus decisiones”.
Esta misma fuente señala que el número de casos que se presentan a los comités de Bioética al año es de tres, lo mismo reporta España. El profesor Diego Gracia cita “un estudio llevado a cabo por Estebaranz y colaboradores sobre la frecuencia de los conflictos éticos en la práctica asistencial de dos grandes hospitales de la provincia de Málaga. Entre los hallazgos del estudio, hay uno que merece una atenta reflexión. Se trata de que un 14,4% de las decisiones tomadas en las Unidades de Cuidados Intensivos, y un 6% de las que se toman fuera de ellas, plantean problemas éticos a sus médicos responsables, según confesión explícita de estos. Además, un 30,4% de las reclamaciones de los pacientes en esos hospitales están vinculadas a problemas éticos. Otros profesionales, como el personal de enfermería y los responsables de los servicios de atención al paciente, estiman que los problemas éticos se dan con mucha mayor frecuencia, con estimaciones que están en torno al 50% de los casos o conflictos que llegan a los Comités de Ética Asistencial de ámbitos hospitales no llega en el mejor de los casos al 1%. (EIDON, nº 42 diciembre 2014, 42:1-3 DOI: 10.13184/eidon.42.2014.1-3 Editorial Diego Gracia 2 © Todos los derechos reservados – FUNDACIÓN DE CIENCIAS DE LA SALUD).
El nacimiento de la figura del Consultor en Bioética Clínica (CBC), su papel es de responder a las consultas y análisis de problemas éticos en casos clínicos o situaciones de incertidumbre moral que se presenten en el centro de salud. Estas consultas pueden provenir del ámbito profesional de la salud, del paciente o de los familiares de estos, lo cual se convierte en un verdadero apoyo al personal de salud y al Centro Médico y disminución de lo que hoy se conoce como el stress moral de los profesionales para identificar el malestar que dejan determinadas situaciones en que hay decisiones de alta responsabilidad con la vida.
El CBC entra al staff del centro como una instancia de consulta a cualquier hora del día de toda la semana e interviene por cualquiera de las vías posibles, telefónica, chat, correo electrónico o de manera presencial si requiere que intervenga directamente con los médicos y/o con los familiares para conocer el marco de valores que sustenta las decisiones de los afectados, de lo cual el consultor deja constancia en la historia clínica en una hoja especial para sus observaciones y recomendaciones. Es la implementación de una historia del mundo de los valores del paciente.
El consultor da seguimiento a los pacientes si así lo requiere el caso. Previo a la contratación se deben deslindar los campos de servicio del CBC que por lo general es para la unidad de cuidados intensivos y en pacientes en estado crítico cercano al final de la vida, pero puede jugar otros roles previamente definidos como serian los relacionados a la capacitación en Bioética al personal del centro lo cual colabora en la construcción de una cultura bioética y sirve para dar a conocer la figura y posibilidades de apoyo del CBC, mejora en la parte instrumental como la implementación del consentimiento informado, entre otras.
Quien es un CBC?
Ante todo es académicamente un especialista en bioética con grado de especialización, magister o doctorado que ha recibido un adiestramiento especial para ser Consultor en Bioética Clínica (CBC) y brinda un servicio local al interior de un centro de salud con la finalidad de dar el soporte moral al personal de salud, el enfermo o los familiares de estos, según el caso lo indique.
Generalmente el personal de salud se enfrenta a dilemas y problemas de carácter ético en el desempeño de sus funciones clínicas, sobre todo cuando hay de por medio decisiones que tienen vinculación con la vida y/o la calidad de la vida, o el tránsito hacia el final de la vida.
La formación profesional se centra de manera puntual en los temas clínicos y la realidad actual es que la mayoría de estos fenómenos están permeados por las dudas morales para poder asesorar a los familiares de un paciente en estado crítico, respetando el mundo de valores de los afectados, así como el cumplimiento de sus deseos para el momento final.
Tanto la familia, como el enfermo o cualquier miembro del personal de salud involucrado tiene el derecho de demandar una intervención, una interconsulta o un acompañamiento en el ámbito de las expresiones morales del caso clínico y para ello aparece la figura del CBC, que sin ser parte del personal de planta pertenece al staff de llamada y debe responder por la vía que se considere la más adecuada.
Esta figura es una manifestación de la preocupación institucional por la atención integral a los enfermos y por la construcción de una cultura ética basada en el respeto a la dignidad de los pacientes. Es una figura que ya debe estar presente en el ámbito de la salud pública y privada para dar garantía a una atención medica fundamentada en la moral, lo cual por demás se ira imponiendo como marca en los centros de salud que los asuma.
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