Bioética

 

  1. Introducción.

La desintegracion de los saberes en la formacion medica la hemos querido tomar partiendo  para esta pequeña reflexión del planteo del sociólogo francés  Edgar Morín al ser invitado por UNESCO en el contexto del proyecto “Educar para un futuro viable”. La preocupación de ese entorno estaba encuadrado en aportar a los cambios de pensamiento en virtud de generar un futuro ante las incertidumbres que este encierra para las nuevas generaciones por venir.

Morín al respecto hizo un planteamiento que denomino “Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro”. Sería sumamente interesante comentar cada uno de ellos, pero nos alejaríamos del compromiso de abordar el tema que nos ocupa y que se refiere al análisis de la desintegración de los saberes en un área tan específica cómo es la medicina.

Vamos, sin embargo a mencionar los títulos de sus siete propuestas, para al final tomar como eje el punto  cinco de la misma.

Los 7 saberes propuestos son: Una educación:

  1. Que cure la ceguera del futuro.
  2. Que garantice el conocimiento pertinente.
  3. Que enseñe la condición humana.
  4. Que enseñe la identidad terrenal.
  5. Que enseñe a enfrentar las incertidumbres.
  6. Que enseñe la comprensión.
  7. Que enseñe la ética del género humano.

 

  1. Orientar el conocimiento para enfrentar las incertidumbres (PUNTO 5).

Su propuesta original en el punto número cinco de los siete saberes propuestos señala que una falsa percepción indujo a pensar en los distintos momento de la historia que el futuro siempre se construiría en base a las realidades presentes en el momento juzgado y la practica demostró que no, de ahí las estrepitosas caídas de los modelos como el del Imperio Romano y nosotros podemos agregar los actuales con las crisis de los socialismos y el propio capitalismo. Ya no es posible imaginarnos el futuro partiendo de las categorías estrictas del presente. Al decir de Morín surge la incertidumbre del futuro como norma, ya que los cambios y las mutaciones del presente generan escenarios nuevos y en este caso la educación debe asumir como un paradigma del futuro: la incertidumbre, no solo para el futuro sino también para el presente, el conocimiento y sobre su validez, al decir de este autor.

Por  que nos apoyamos en este concepto tan importante planteado por Morín si vamos a hablar de la formación en medicina, porque él la ubica de manera preponderante en las decisiones que tomamos, de las cuales no tenemos certeza absoluta y en medicina la toma de  decisiones constituyen su columna vertebral y de ella puede depender hasta la vida de las personas. Decisión, concepto y conocimiento van entrelazados como veremos.

Toda la educación se ha desarrollado en base a certezas y no a incertidumbres, el propio Morin afirma «existen algunos núcleos de certeza, pero son muy reducidos” y es cierto, veamos cómo opera esto en medicina y como su inobservancia  ha sido capaz de colocarnos mas que en una fragmentación del conocimiento medico, en una desintegración.

 

  1. La formación médica, conocimientos y saberes.

Nuestra formación médica procede de la tradición  griega. Todo el pensamiento filosófico de la época y las influencias Hipocráticas están vinculadas pero desordenadas porque la medicina no escapa al planteo que hace Morin al señalar que no hay una línea horizontal para suponer el futuro en base al presente, por tanto ese ordenamiento del mundo griego ha sido desdibujado por los cambios científicos, tecnológicos y políticos de cada recodo de la historia.

La educación médica no escapa a esas premisas y es entendible que así sea por los cambios operados en las sociedades, sin embargo el contenido de la educación floreció, a nuestro entender, con grandes debilidades que han fragmentado los saberes, trayendo esto graves repercusiones en el quehacer medico.

Tomaremos como punto de partida el 5to de los saberes de Morín cuando propone una educación que ensene a enfrentar las incertidumbres. Si dudas él se refiere a que cada vez mas vivimos en un mundo con menos certezas y hace falta que la educación enseñe de manera critica a enfrentar lo nuevo, lo desconocido lo incierto

El caso de la medicina es mas critico. Si damos seguimiento al pensamiento filosófico de Platón y Aristóteles vamos a concluir en que en esta disciplina tuvimos un punto de partida errado. Hemos creído que la medicina es de manera compacta una ciencia en si misma, en tanto encierra un conocimiento duro y por tanto cierto ya que plantea verdaderas demostradas como lo es la descripción de las enfermedades, el mundo de la patología, la química orgánica, la fisiología etc. Este es el mundo de la teoría, pero resulta que en medicina no todo es EPISTEME porque su mundo relacional depende de la CLINICA y esta es eminentemente práctica (techne).

Sobre la episteme se argumenta y se demuestra pero sobre la clínica se opina (doxa), sobre la episteme se conoce de una única forma, en un solo modelo invariable e indudable pero sobre la clínica hay más de una posibilidad de acción, incierta, dudosa, posible, probable y ello genera conflicto de opiniones y cuando la doxa entra en conflicto aparece la para-doxa que es en última instancia la base de la clínica. Un sistema de procedimientos que no admite decisiones únicas, sino deliberaciones probables, posibles  y prudentes.

El conflicto nuestro ha estado, creo, en que hemos creído en la unicidad de la medicina en tanto concebimos su cuerpo teórico y la  clínica como parte de ella, cuando en realidad se requiere al decir de Jorge Ferrer de episteme, tecne y phronesis y ello implica modelos educativos diferenciados y no solo no lo hemos hecho sino que no tenemos conciencia de ello.

Ya no es solo lo planteado por Morin de que el futuro es incierto y el presente en alguna medida, aquí es el conocimiento el que es incierto, porque si bien la episteme esta bien plantada la tecne de la clínica esta abrazada a  las dudas morales y clínicas. Se vive en el mundo de la paradoxa pero educamos en el mundo de las certezas y de ahí que estemos egresando productos profesionales de alta calidad técnica pero con falencias humanas y morales tremendas.

Un ejemplo puede ilustrar. Si nos hacemos super especialistas es probable que nos alejemos del todo, del ser humano doliente, pero al fin y al cabo resolvemos los males. La medicina no tiene su fundamento en dar explicaciones sino en resolver problemas de enfermedad y en intentar curar o remediar. De manera que no reside aquí el problema mayor, sino cuando siendo un super especialista de la medicina interna o la hematología o la cirugía, teniendo las calidades técnicas suficientes recibimos a un señor testigo de Jehová que con sus creencias nos hace variar las prácticas clínicas aprendidas.

“No me dejare transfundir porque de entrar sangre a mi cuerpo pierdo la vida eterna y se contamina mi alma”, en ese momento no se cuestiona la episteme, pues el conocimiento duro explica y justifica la importancia de transfundir y eso esta descrito y demostrado, es científico, es justificado de una forma y no tiene más formas de poder explicarlo sin embargo ya vemos que su aplicación puede ser de más de una forma y mediado ahora por razones  morales y religiosas.

La episteme solo puede ser de  una forma mientras que la tecne, la clínica puede ser de más de una y requiere de un proceso de deliberación moral para poder imponer la clínica, como es en este caso. Como vemos podemos poner muchos ejemplos pero lo que nos convoca es la desintegración de los saberes.

En mi humilde opinión aquí reside nuestro pecado académico y tendríamos que acudir al “diezmo epistemológico” de Morin para revisar lo que enseñamos.

Conclusiones

  1. Hemos partido de caminos equivocados en la comprensión del fenómeno científico, vendiendo como un todo a una parte y por tanto desdibujando el objetivo fundamental de la clínica.
  2. Aquí reside que nuestro pecado no sea de fragmentación del conocimiento sino de desintegración porque aunque hemos cometido el error de fragmentar, la  gravedad reside en no haber comprendido la relación dialéctica entre episteme- tecne y phronesis.
  3. Estamos produciendo un profesional con una matriz equivocada que en el mundo del ejercicio lo hace ser inadaptado para la nueva realidad del mundo actual, queriendo imponen categorías de episteme, de certezas en un escenario donde prima la incertidumbre clínica y la mediación moral
  4. El reto está en estudiar esta línea para poder re enrumbar la formación que ofrecemos.

LO PEOR DE ESTO ES QUE LAS ACADEMIAS, LOS MEDICOS, LOS PACIENTES Y LA SOCIEDAD ESTAN CONVENCIDOS DE QUE ASI ESTA BIEN

 

 

 

 

 


Foto por liverpoolhls / Attribution-ShareAlike License

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