Bioética

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     Antecedentes.

Varios acontecimientos históricos negativos son relacionados con el nacimiento de estos  Comités: Nuremberg con los experimentos llamados «investigaciones» que condujeron a su famoso código y produjo el famoso juicio a los  actores de dicha tragedia, proponiendo la protección de los sujetos humanos inmersos en investigaciones.

Helsinki reclamando por la conformación de organismos que dieran garantía a dichas investigaciones. Así surgen los denominados comités de ensayos clínicos.

Ya son por todos conocidos los efectos de la Thalidomida  en sus efectos teratogénicos en el feto (1953-57), la famosa investigación de Tuskegee, Alabama para conocer el estado natural del desarrollo de la sífilis, solo que en una muestra sesgada de enfermos de sífilis negros de ascendencia africana (1932-72), las investigaciones en Willowbrook inoculando el virus de la hepatitis en niños con trastornos mentales.

Dos referentes ya no ligados a la investigación sino mas bien a la clínica y si a la conformación de comités de bioética asistencial fue el denominado «comité de la muerte» en Seatle 1960 con la selección de los pacientes que debían ser sometidos a una nueva técnica en ese entonces conocida como hemodiálisis y diseñada por el Dr Belding Screibner. El tema moral era poder decidir con criterios éticos quienes serían los elegidos para dicha terapia, era en última instancia decidir quién se salvaría y quien se moriría (“el comité de Dios”).

Para ello se diseñaron dos comités, uno clínico y otro moral podríamos decir, porque debían introducir criterios éticos con que seleccionar a los candidatos  «Con un centro dotado de siete hemodializadores nació en Seattle la hemodiálisis periódica en los años 60. Hubo que recurrir a un sistema que seleccionase los pacientes a dializar de entre las innumerables solicitudes recibidas. Para ello se crearon 2 comités: uno de ellos era clínico mientras el otro debía juzgar los aspectos éticos y se componía de un abogado, un ama de casa, un funcionario gubernamental, un sindicalista, un religioso y un cirujano. Este último fue – podríamos decir- el primer comité ético de la historia y era conocido como «Comité de la Vida y de la Muerte». (3)

Se ha reconocido como el paso del deber  a la Justicia con la pregunta clave de Cuál debe pasar primero?, lógicamente urgían criterios de corte  utilitarista con reconocido aval moral.

Disponible en:

  1. http://www.network-press.org/?comites_eticos_asistenciales_cea

Otro caso indicador lo fue el de Karen Quinlan, en EEUU en la década de los 70 cuando una joven de 21 años de edad ligó barbitúricos y alcohol e hizo un coma que la mantuvo conectada a una máquina de respiración asistida durante 13 años . Sus padres pidieron la desconexión cuando consideraron irreversible el cuadro. Para ello fue necesario la intervención del Tribunal supremo de New jersey, que  aprobó la desconexión. Independientemente de los resultados esta experiencia sirvió de antecedente a próximos comités de Bioética asistencial en hospitales con casos de incertidumbre.

Definición de los comités de etica asistencial o bioética.

Para iniciar debemos decir que nos referiremos básicamente a dos tipos de comités, los asistenciales, conocidos como de Bioética clínica y los  de investigación.

Los asistenciales tienen por característica  principal el ser multidisciplinario, no punitivos y con una alta esencia deliberativa.

«Es un foro independiente, de carácter multidisciplinario, formado por profesionales de diferentes estamentos del Hospital (médicos, enfermeros/as, auxiliares, miembros del servicio de atención al paciente, juristas y representantes de los usuarios, que tienen diferentes ideologías e incluso creencias, pero que intentan coincidir en el denominador común de la tolerancia y el respeto por las opiniones de los demás y la transigencia y capacidad de diálogo para poder encontrar punto de acuerdo mediante el debate y la deliberación sobre lo conflictos habituales de la práctica clínica»(4)

 Funciones. Los comités de ética médica o de Bioética tienen funciones claramente definidas al interior del centro de salud y siempre vinculadas a la clínica, Sus tareas han sido definidas en relación a los aspectos: Deliberativos, consultivos, educativos y de asesoría, lo cual por exclusión deja claro que no es una instancia disciplinaria, ni punitiva ni de selección de recursos humanos.

Su escenario, temática y razón de ser es el mundo de la clínica y en cada aspecto tiene tareas que le son propias y complementarias, es decir no es solo para deliberar sobre hechos clínicos de incertidumbre sino también para las otras situaciones que hemos reseñado.

Paradójicamente al definir estos comités tenemos que advertir lo que no es, dada la tendencia y tentación de llevarlos por otros derroteros y pervertir sus verdaderos fines.

Disponible en:

  1. Comité de Ética Asistencial. Editorial Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca.  Insalud. Murcia. 1999.

Es preciso tener claro que no son comités deontológicos por tanto no podemos caer al deseo de querer hacer juicios de conductas, ni tratar de  ser una instancia donde se ventilen problemas laborales o de otra índole que no sean clínicos y mucho menos sugerir imposición de sanciones.

Están llamados a ser guardianes de los derechos de los pacientes.

  1. Funciones deliberativas.
  2. Los comités de ética asistencial o de Bioéticason instancias deliberativas en situaciones de incertidumbre clínica y moral.  Ambas incertidumbres son de interés ya que una genera a la otra.

Un clínico tiene claro ante un caso como el de Karen Quinlan que ante una situación de apnea y un probable diagnóstico de «Estado vegetativo persistente» debe colocar un respirador artificial, la duda clínica llega cuando entra la duda moral,  «es correcto colocarla en ventilador después del episodio denominado de «falla respiratoria prolongada’?

Un dato clínico es capaz de generar una duda moral en función de la búsqueda del mejor beneficio del paciente. Ya no entendiendo que el beneficio es hacer todo lo posible sino todo lo indicado.

Las preguntas sobre la clínica, la historia, los antecedentes, los signos, la edad, los hechos desencadenantes y las demás evidencias plantean la necesidad de tomar decisiones que a veces están claras en protocolos de acción, pero que no resuelven las dudas sobre la moralidad del acto.

Esta es una de las tareas de un comité asistencial en este ámbito: deliberar para poder proponer sugerencias morales a los actores principales. Deliberar es ventilar, airear los hechos siguiendo un orden de conocimiento de la realidad clínica planteada.

Los análisis de situaciones dilemáticas nos conducen a situaciones excluyentes y de solo dos alternativas que indefectiblemente nos llevan a decidir, es la lógica de la toma de decisiones, lo que queda claro a decir del profesor Gracia es que cada vez la vida nos muestra menos situaciones dilemáticas, lo cual se compadece con la instalación de las sociedades plurales y de los códigos morales plurales.

Si no hay pocos dilemas entonces a qué nos enfrentamos? A problemas, es decir a situaciones conflictivas, de incertidumbre que hay que analizarlas desde distintas perspectivas y cuestionar sus interioridades morales, las dudas que encierran, los valores en conflicto, es decir hay que deliberar. Los dilemas generalmente nos llevan a decisiones, los problemas a deliberaciones.

Las deliberaciones a su vez inducen hacia las sugerencias morales, permite el diálogo plural y las diferencias de argumentaciones, es un proceso de diálogo razones y los comités de ética asistencial o de Bioética son unos de los escenarios preferenciales.

La deliberación es su santo y seña, es un «proceso de ponderación de los factores que intervienen en un acto o situación concretos, a fin de buscar su solución óptima o, cuando esto no es posible, la menos lesiva. La deliberación puede ser individual o colectiva. Se delibera sobre lo que permite diferentes cursos de acción, en orden a buscar el más adecuado. No siempre se consigue que todo el mundo acepte un curso como el más adecuado. Tras la deliberación, pues, resulta posible que dos personas lleguen a conclusiones distintas y que por tanto elijan cursos de acción diferentes» (5 )

Funciones consultivas.

A pesar de nos ser parte del organigrama de la institución pueden jugar un papel consultivo para las autoridades del centro ante determinadas situaciones que ameriten de una opinión o intervención especializada. Con frecuencia las autoridades del centro requieren que de manera rápida les opinen sobre situaciones morales del ámbito clínico y aquí entra en juego esta función

Funciones educativas

El primer paso de todo comité de Bioética es formarse en este tema. A veces parece como que asumir cargos y posiciones nos convierte automáticamente en expertos y no es cierto. La idea es capacitarse en los elementos básicos y luego continuarlo haciendo de manera sistemática.

Esto le favorece en las tres tareas descritas. Como uno de los objetivos es formar una cultura Bioética en el lugar de trabajo y no un comité de especialistas, se aspira a que ese comité se renueve con cierta periodicidad, por ello hace falta extender el proceso educativo a todo el personal a través de planes orientados en ese sentido.

Esta tarea es muy importante ya que significa entender que estamos creando una cultura Bioética en el Hospital y no un grupo de «expertos» (según unos) o «beatos» (según otros), sino una forma de pensar y actuar apegados a la moral pero con un método y una fundamentación determinada.

Conformación. Los comités deben estar conformados de manera interdisciplinaria, médicos, enfermeras, bioanalistas, abogados, religiosos, representantes de la comunidad (llamados legos en otros países), trabajadores sociales, administrativos, invitados.Independiente de esta conformación no puede perder su orientación de incidir en el espacio de los hechos clínicos.

Disponible en:

5.http://www.asociacionbioetica.com/documentos/DIEGO_GRACIA_DELIBERACION_MORAL.doc

Reglamentación.

Los propios comités deben escribir sus reglamentos con las normativas de lugar como son los propios ítems que ya hemos desarrollado (funciones, conformación, etc), elegir su directiva (un presidente, un secretario de actas, otros cargos), decidir la periodicidad de los cargos y de la permanencia en el comité. Todos los elementos que permitan garantizar la memoria y los mecanismos de formación del comité deberán quedar por escrito.

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