Lo que hay que educar es la sexualidad mas que el sexo.
En el debate continuo ante la educacion sexual entiendo que es un reduccionismo entenderlo como una capacitacion tecnica de lo sexual.
La sexualidad es mas que eso, es todo, es nuestra identidad de todo lo que somos mientras que lo otro habla mas de genitalidad, de prevencion de its o de embarazo.
Hemos perdido tiempo quedandonos solo en esa vision tubular, que es importante porque los embarazos siguen, que es importante porque las enfermedades sexuales continuan, pero debe haber un punto de encuentro entre frenar tecnicamente ese problema de salud publica y entenderlo como tal y tratarlo como tal y el abrir un concierto del encuadre axiologico de la sexualidad en un mundo de valores marcados por la pluralidad.
Mientras no deslindemos los campos y sigamos dejando ambas cosas a nombre de la educacion sexual seguiremos repitiendo las estadisticas, alimentandolas sin llegar a soluciones sino a las quejas .
Educar la sexualidad y no el sexo tiene implicaciones de fundamentaciones que deben ser abordadas en algun momento basamentadas en el respeto como valor principal de ese dialogo,
El pais tiene una larga historia en este camino, desde los anos 60 y 70 en que el Instituto Nacional de Educacion Sexual (INES) abrio fuego con un modelo novedoso y revolucionario para su epoca, que luego se convirtio en la escuela de educacion sexual de APEC con el INSAPEC y de alli los distintos espacios que hoy son resultado de los retonos que de alli surgieron. El problema 40 anos despues es peor y lo es por las limitaciones y por la timidez con que ha sido abordado.
Urge un dialogo sensato entre las posturas para buscar el punto medio aristotelico y ofrecer contundencia en las salidas
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