No siempre hay que colocar soporte nutricional en el final de la vida. Pero hay que entender que hay posiciones al respecto. Unos defensores de la vida desde una perspectiva absoluta, deontológica, sin excepciones dirán que la nutrición e hidratacion no son medidas extraordinarias sino ordinarias y que por tanto su papel medico esta justificado y también su papel moral. Otros opinan que en el final de la vida no hay sed ni hambre y que esto solo contribuirían a alargar la agonía y no la vida, a alargar el sufrimiento familiar, los costos y no a paliar el dolor y el sufrimiento del que languidece en su momento final.
Estas confrontaciones cientificas lo son tambien en el plano moral y nos recomiendan en cada caso analizar cada caso, pero entender que las respuestas estaran acordes al sistema de valores de quienes actuan como medicos, pero fundamentalmente de las decisiones de los pacientes que son en ultima instancia junto a los familiares los que tienen que decidir
Algiunos plantean que en el momento del final o los finales de la vida se liberan opiaceos con efectos analgesicos que explican porque no hace falta un soporte nutricional, arguyen que la hidratacion por demas tendria efectos opuestos al buscado sin ser necesario de instalarlos.
La vision etica del evento require que cada caso sea analizado de manera particular y entender que lo moral tiene que ir vinculado al respeto a los valores y principios de los afectados, de los que les toca decidir por el paciente moribundo. Esto explica a la vez la importancia del consentimiento informado para poder entender de que se trata, de lo incierto de las medidas pero de la certeza de la finitud de la vida y que instalar medidas no resolvera el problema central, podria alarar la agonia mas no la vida, pero la comprension y la asesoria medica debera llevar a tomar decisions posibles, probables y prudentes
Foto por Andres Rueda / Attribution License
excelente¡¡¡¡